Afortunadamente para mis clientes, les he defendido ante los Tribunales de Justicia, al haber contratado productos financieros de alto riesgo cuando creían y así se lo vendieron, que eran productos bancarios asegurados y sin peligro de perder la inversión. Me estoy refieriendo a Swaps, Participaciones Preferentes, Obligaciones Subordinadas, etc… todos ellos, en su día, estaban en la mesa del director, subdirector, gerente personal y demás empleados bancarios para venderlos como fuera a los clientes ahorradores o que buscaban financiación por otro lado y condicionarles dicha financiación a la compra del producto financiero.
De las testificales, en Sala, de numerosos empleados de banca, y en conversaciones privadas con otros empleados de banca, he llegado a la conclusión de que la mayoría de los empleados que vendían los productos, no sabían ni ellos mismos lo que realmente eran dichos productos. Además, la mayoría tenían una presión de los jefes superiores por vender dichos productos, que si no fuera por el miedo que tienen a denunciarlo, más de un directivo tendría que ir al juzgado a declarar como imputado.
Dicho esto, no es menos cierto que los clientes ahorradores, a quien conocen, es al empleado de banca que les ha asesorado toda la vida, y en quien tienen depositada la confianza, que es la base del consentimiento contractual, y por tanto, la clave para contratar los productos tóxicos que el Banco necesita vender para quedarse con el dinero de sus clientes.
Debido a esa perfecta combinación entre la confianza del cliente en el empleado bancario y el miedo de éste a no vender el producto que le viene impuesto por la Dirección, se dan las circunstancias perfectas, para que la entidad bancaria pueda vender y volver a vender, productos y servicios capaces de destrozar la base de clientes de cualquier empresa que se precie.
Y eso mismo está pasando con la entidad bancaria Banco Santander, y su producto estrella para el cliente ahorrador, la Cuenta 1, 2, 3.
Alrededor de un mes, un cliente me preguntó si conocía en qué consistía la Cuenta 1-2-3 del Santander, pues se la vendieron tan bien, que despúes de todo lo que había pasado, no iba a dar un paso adelante sin consultarlo con su abogado.
Según la expliqué, podía consultar el blog de financialred, o incluso un muy buen análisis de dicha cuenta, en un artículo de inversión & financias.com, peró le adelante ciertas conclusiones que eran las claves del producto:
Debilidades del producto:
– La cuenta implica unos gastos de 3 euros al mes de mantenimiento de la cuenta corriente(36 euros al año como mínimo) y utilizar la tarjeta de crédito o débito seis veces al trimestre y la tarjeta de crédito de otros 3 euros mensuales. En total, las comisiones se pueden elevar hasta los 72 euros al año.
– La remuneración mínima se obtiene si el saldo es como mínimo de 1.000 euros. El Banco Santander, en su publicidad, no aclara si el cliente obtendrá rendimiento de su capital desde el primer céntimo de euro. Pero no es verdad, en la letra pequeña viene especificado que es a partir de 1.000 euros.
– Los tres recibos que se domicilien no pueden ser de la misma compañía.
No se bonificarán más de 1.000 euros por cada categoría de recibos y la devolución no podrá ser superior los 110 euros al mes. Por ejemplo, si un consumidor domicilia la mensualidad de la universidad privada de su hijo y esta asciende a 1.300 euros, solo se aplicará el 3% sobre 1.000 euros. Es decir, por esa factura recibirá 30 euros (el 3% de 1.000 euros), en lugar de 39 euros (el 3% de 1.300 euros). El cliente perdería los 9 euros restantes.
Obviamente hay que pagar impuestos por la remuneración, la entrega de acciones y la devolución de los recibos. Están considerados como rendimientos de capital mobiliario y por lo tanto sufren una correspondiente retención a los ojos del IRPF (como mínimo el 20%).
Si el cliente no cumple con las condiciones anteriormente citadas, la comisión de mantenimiento pasa de tres a ocho euros al mes. Además, si el cliente elige la opción de la tarjeta de crédito, la minuta puede ascender a 11 euros al mes (132 euros al año) y también se cobrará por ingresar cheques.
Además le indiqué otras opiniones en:
Al final depende del tipo de inversor que seas, pues este producto no está hecho para las personas que van al día, y tampoco para los ahorradores que quieran tener su dinero asegurado sin más obligación que el momento de la firma del depósito. Aquí existe una obligación de tener actividad, está pensado para personas con un saldo medio (tras entradas y salidas de dinero) que no baje de los 5.000 euros, y que tengan hijos en guardería o colegios o formación que les cueste más de 1.000 euros al mes.
Mi amigo tomó una decisión.
Lo que no pensaba yo, era que iba a ser víctima del azote comercial del Banco de Santander, cuando esta semana fuí a una entidad del Santander para realizar una gestión relacionada con mis padres. El empleado del Banco me presionó hasta tal punto para que mis padres contrataran la dichosa Cuenta, que tuve que decirle, ya no tan educadamente, NO INSISTAS MÁS.
Es desagradable, por no decir otra cosa, que después de todo lo que hemos pasado, continúe el mercado financiero permitiendo que las entidades bancarias sean depositarios de tus ahorros y además asesores financieros de tu dinero.
Así es Enric, todo a cambiado para q siga todo igual
Y que siga la fiesta..! Lamentable.
Es muy lamentable, tendrías que haber visto al empleado de banca, diciéndole que no era un producto apropiado para mis padres, y el Sr. contestándome: «pero si le dan una rentabilidad que no va a encontrar en otro sitio».. .sin comentarios
Al final, lo que se demuestra es que, como las entidades bancarias van a hacer «caja» unica y exclusivamente, no pueden ser asesores financieros de nadie, ya que eso implica independencia, cosa que los trabajadores de un banco cualquiera no tienen.
Con lo que nunca hay que fiarse de lo que te ofrecen hoy en dia en una entidad bancaria a la primera, sino que hay que consultar antes de firmar nada. Realmente deberiamos de hacerlo siempre, pero hoy en dia y con esos productos, más. El problema lo veo sobre todo en la gente mayor que han trabajado con una relacion de confianza con el banco y sus empleados (como bien dices), y de eso pretenden aprovecharse los directivos.
Cada vez hay menos diferencias entre, y con todos mis respetos y sin menospreciar a nadie, un comercial de telefonia movil y un empleado de banca. Con el prestigio que tenia en su dia (soy hijo de empleado de banca y muy orgulloso de ello).
Ale, ya te he soltado el rollete…jejejejeje.
Al contrario, has dado en el clavo. Son comerciales y de los agresivos. Ha cambiado mucho la idosincrasia del empleado de banca.